A un mes de las PASO, Sergio Massa sigue en carrera y busca romper la polarización que lo dejó rezagado en las encuestas.
El candidato del Frente Renovador festejó los resultados del domingo en cinco provincias, que representan el 20 por ciento del padrón electoral. La mala performance del kirchnerismo en la Ciudad de Buenos Aires y Córdoa, la derrota del candidato oficialista en La Pampa y los resultados de Corrientes le dieron esperanzas.
El ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner celebró el triunfo de dos aliados: el radical Ricardo Colombi en Corrientes y el peronista Juan Schiaretti en Córdoba.
En el Frente Renovador también festejaron el resultado de la Ciudad de Buenos Aires, la cuna del proyecto nacional de Mauricio Macri.
Al igual que Daniel Scioli, Massa se entusiasma con la decisión de Lousteau que amarga al círculo rojo: ir a pelear con Horacio Rodríguez Larreta en la segunda vuelta porteña, pese a la diferencia de 20 puntos del domingo pasado.
El ex intendente de Tigre cree que hasta el 20 de julio el ballotage le impedirá a Macri nacionalizar su campaña. Massa piensa que se puede beneficiar de esa postal de dos caras: los traspiés del FpV y la interna del Frente Cambiemos.
Aunque en los sondeos aparece alrededor de 15 puntos debajo de sus rivales, el candidato del FR tratará de perforar la polarización. Si no lo logra, sabe que su caudal de votos es fundamental para la elección presidencial de octubre.