El Financial Times no se anda con vueltas. Con cuatro gráficos clave sintetizó por qué Argentina vuelve a solicitar el auxilio del FMI después de la debacle de 2001.
Uno: La devaluación del peso en los últimos 17 años, muy por arriba de cualquier otro país de la región, exceptuando obviamente Venezuela. En particular, en 2003 Kirchner asumió con un dólar rondabando los 3 pesos y Cristina dejó el poder con un dólar de 9,80 pesos en el mercado oficial y 15 pesos en el paralelo. Macri, a su vez, llevó el dólar oficial de casi 10 a 25 pesos. Del trasfondo de esa devaluación de la moneda fue, por su puesto, la inflación que se mantuvo arriba del 20% anual en los últimos 11 años ,con picos del 40% en 2014 y 2016.
Dos: El déficit fiscal. Del superávit fiscal en la primera gestión de Kirchner se pasó al déficit a partir del año 2010 y en el 2015 Cristina terminó su mandato con casi 5 puntos de déficit fiscal total (incluidos intereses de la deuda). El año pasado el agujero fiscal del Gobierno nacional llegó a los 6 puntos de PBI.
Tres: El déficit de la cuenta corriente del balance de pagos. Es decir, los dólares de más que el país consumo, pero no genera. De nuevo, del superávit en las cuentas externas, se pasó a partir del año 2010 a un déficit que fue creciendo paulatinamente hasta el final del gobierno de Cristina. Pero que terminó por dispararse en los dos primeros años de la gestión Macri, que deció el levantamiento del cepo cambiario apenas asumió y financió los "déficit gemelos" (fiscal y externo) con un fuerte endeudamiento externo.
El último gráfico justamente es el del aumento la deuda externa durante el Gobierno de Macri, que pegó un salto de más de 60.000 millones de dólares en dos años. Antes, durante la última etapa de la era K, esos desequilibrios (fiscal y externo) se financiaban con la emisión de pesos y las reservas del BCRA, respectivamente.
El cambio en las condiciones en los mercados de capitales internacionales dejó expuesto al país a la corrida de las últimas semanas. La necesidad de dar una señal a los mercados de que Argentina no volverá a caer en cesación de pagos llevó al Gobierno a recurrir de urgencia al FMI.