El resultado del domingo ubicó a Lousteau en un doble rol: protagonista principal de la política porteña y piedra en el zapato para la oposición al gobierno.
Pese a que quedó 20 puntos abajo de Horacio Rodríguez Larreta, el candidato de ECO hizo uso de su derecho de competir en la segunda vuelta del 19 de julio.
La jugada de Lousteau recibió críticas de los opositores, que quieren apuntar todos sus cañones contra el proyecto presidencial de Daniel Scioli.
Pocas horas después de que el ex ministro de Economía de Cristina Kirchner anunciara su decisión de ir al balotaje, las presiones para que baje su candidatura se multiplicaron.
La segunda vuelta del 19 de julio estira la indefinición en el territorio donde el macrismo tiene su mayor fortaleza y complica los planes del PRO a nivel nacional. Además divide a CAMBIEMOS, a un mes de las PASO para elegir presidente.
Mientras Ernesto Sanz respalda la candidatura de Lousteau, Elisa Carrió decide tomar distancia.
El presidente de la UCR cree que el economista de 44 años puede conttribuir a fortalecer su proyecto presidencial en la interna abierta opositora.
Pero la jefa de la Coalición Cívica teme que la disputa entre ECO y el PRO beneficie al kirchnerismo de cara a las PASO.
Los que festejan, en cambio, la determinación de Lousteau son Scioli y Massa que buscan mostrar a Macri como un jefe municipal.
Sin embargo, el jefe de gobierno porteño ya obtuvo el 32 por ciento de los votos en Santa Fe, el 34% en Córdoba y ganó en Mendoza. ¿Quién gana y quién pierde con la segunda vuelta en la Ciudad?