La discusión del Gobierno y la UIA por la competitividad de la industria y los elevados precios de los productos “made in Argentina” en el mercado interno no contempla un elemento clave. En Argentina los importadores también son grandes remarcadores de precios y el consumidor siempre paga más caro de lo que debería. Las principales marcas de ropa internacionales multiplican entre 5 y 10 veces los precios a los que importan su mercadería.
Al igual que los fabricantes nacionales, el argumento de los importadores es que el “costo argentino” es la causa de semejante diferencias de precios: desde los impuestos nacionales, provinciales y municipales, hasta los costos laborales, los alquileres de los locales, las tarifas de servicios públicos, el transporte, los seguros y la tasa de interés, entre otros.
Según los registros oficiales de Aduana, durante el año pasado los precios de ingreso de los productos al país fueron los que se muestran en el cuadro (ver arriba).
Por ejemplo:
— Zara importó el año pasado 161.203 “sueters y pullovers” a un valor unitario de U$S 7,2, que con los impuestos incluidos ascendió a un valor de 195 pesos. Productos que en sus locales costaban arriba de los 1.300 pesos.
— Nike importó 54.498 “conjuntos de entrenamiento, buzo y pantalón” a un costo unitario de U$S 16 dólares. Con impuestos incluidos unos 443 pesos. Un producto que se vendía al público a más de 2500 pesos.
— Adidas importó 166.999 conjuntos a un valor algo más barato: a 13,9 dólares cada uno. También ingresó casi 400.000 “remeras y camisetas” a solo 7,50 dólares.
— Falabella importó 227.785 “remeras y camisetas de punto” a 3 dólares; 182.767 “camisas para hombre” a 5,5 dólares; y 375.711 “pantalones largos” a 6,9 dólares.
— Carrefour, en tanto, según los registros de Aduana, trajo 90.815 “T-shirts de algodón” a precio de ganga: 2,10 dólares.