El Banco Central utilizó apenas el 0,6% de las reservas (385 millones e dólares sobre un stock de 62.400 millones) para mantener el tipo de cambio en un rango -precio mayorista- que osciló en toda la semana entre $ 20,15 y $ 20,45. La intervención de la mesa de dinero del organismo que conduce Federico Sturzenegger marcó un cambio de estrategia, ante las dificultades para mover la tasa de interés, en un escenario que luce estrecho. El mercado sabe que al Central le gustaría ver las tasas más arriba. Y el Gobierno, más abajo. En realidad, tras la recalibración de metas las tasas reales positivas cayeron cerca de 5 puntos porcentuales. Y como se sabe, si las tasas no son atractivas los pesos van al dólar.
Este martes el comité de política monetaria del Banco Central tendrá la oportunidad de modificar la tasa de interés. Si no las mueve, quiere decir que el Central seguirá apelando a las reservas.
Los analistas interpretan que el BCRA quiere o al menos busca “moderar la tendencia” con estas intervenciones, para evitar así cambios bruscos en la cotización del dólar. En otras palabras, marcar un techo “débil” que se pueda mover para no acumular atraso cambiario y así, de paso, suavizar las críticas de los empresarios que se quejan porque “con este dólar no se puede exportar”.