Según el INDEC, en febrero pasado se acumuló un superávit comercial de u$s 809 millones. Las importaciones en febrero aumentaron 51,7% y las exportaciones crecieron 34,9% (respecto a igual mes del año anterior), marcando un record histórico para los registros del mes de febrero tanto en exportaciones como importaciones. Pese a ello, el superávit comercial cayó 23,8% respecto del mismo mes de 2021. Así, en los primeros 2 meses del año, acumuló U$S 1.106 millones. La disparada en el precio internacional de la energía se reflejó en un incremento de 420% en las importaciones de “Combustibles y energía” .
Según el INDEC, en febrero las exportaciones subieron 34,9 % y las importaciones se dispararon 51,7%. Así, el saldo comercial alcanzó los u$s 809 millones en febrero. Es decir, 253 millones de dólares menos que en febrero de 2021. En el primer bimestre de 2022 el saldo comercial es prácticamente la mitad que en mismo período de 2021.
En 2021, el superávit comercial alcanzo casi U$S 15.000 millones (U$S 14.751 millones). Mientras que para 2022 estimamos que el saldo comercial alcance los U$S 11.000 millones, como consecuencia de un incremento de las importaciones por la recuperación de la actividad económica, el mantenimiento de la “brecha cambiaria” (incentiva a adelantar el consumo de bienes importados) y un fuerte aumento del valor de las importaciones de energía por la disparada de los precios internacionales.
Las exportaciones totales registraron un aumento de 20,4% en valor y de 12% en cantidades. Dentro de las exportaciones, en febrero los rubros que más subieron respecto del mismo mes del año pasado fueron: “Combustibles y energía” (+116,4%), “Productos Primarios” (+72%), y “Manufacturas de origen industrial” (+35%), todas las comparaciones respecto de febrero de 2021. Mientras que el aumento de las importaciones se explica por un incremento en 27,6% en valor y 18,3% en cantidades.
Los rubros de importaciones que más crecieron en febrero pasado fueron: “Combustibles y lubricantes” (420,8%), Bienes de consumo ( 43%), “Piezas y accesorios para bienes de capital” (40,3%), y Bienes intermedios ( 38,8%), siempre comparando con igual mes del año pasado. En cambio, el rubro “Vehículos automotores de pasajeros” cayó 23,7%.
Pese al superávit comercial (U$S 1.106 millones) y a que la liquidación de agro-dólares casi alcanzó los U$S 5.000 millones en los primeros 2 meses del año, el BCRA solo logró comprar u$S 189 millones (al 18/03) del superávit comercial en el mercado de cambios (oficial). Aún con el cepo cambiario y restricciones a las importaciones.
De mantener esta dinámica el Gobierno no podría cumplir con las metas de acumulación de reservas fijadas en el acuerdo con el FMI: U$S 5.800 millones en 2022. En 2021, a esta altura de año el BCRA ya había comprado US$ 2.043 millones. Es decir, el BCRA compró hasta ahora una décima parte de los dólares que compro en el arranque de 2021.
El BCRA aceleró el “crawling peg” a casi 3% mensual y en simultáneo subió la tasa de interés. Esto último puede dar un incentivo a los exportadores a liquidar sus divisas. Si en cambio se mantuviera el atraso cambiario, la retención de agro-dólares podria agravarse.
El conflicto Rusia –Ucrania ya comenzó a reflejarse en los números de las importaciones de energía. El rubro “Combustibles y Energía” totalizó U$S 901 millones , un aumento en valor del 420% interanual, producto de una suba de 235% en las cantidades y 54,7% en los precios.
Ese nivel de importaciones de energía es propio de los meses de invierno – como se observa en el gráfico-.Por ello, la dinámica de los precios internacionales de la energía en los próximos meses será determinante para el superávit comercial de Argentina.
Pese a que hubo una suba en la cotización del dólar oficial el nivel de la “brecha cambiaria” sigue distorsionando el comercio exterior. Bajo ese contexto, es más difícil que el BCRA logre acumular reservas internacionales. Es claro, que si continúa la recuperación de la economía, con “brecha cambiaria” cercana al 70% y un incremento en los precios internacionales de la energía se “achicará” significativamente el superávit comercial en 2022.