BCRA duplicó las “reservas netas” desde el piso de noviembre, pero todavía están en nivel crítico

Desde diciembre de 2020 la conjunción de una “brecha cambiaria” que se fue “achicando”, la cotización de súper soja –arriba de u$s 500 por tonelada-  y un endurecimiento del “cepo a importadores”, permitió al BCRA volver a comprar dólares en el mercado de cambios u$S 3.395 millones. Y así engrosar las reservas netas del BCRA que alcanzaron los 5.400 millones de dólares, tras haber tocado un mínimo de u$S 2.200 millones a fin de noviembre de 2020.

Según los datos oficiales del BCRA, entre diciembre y abril (hasta el 13/4, último dato oficial) el BCRA compró en el mercado de cambios u$S 3.654 millones. La autoridad monetaria recompró el 62% de lo que tuvo que vender entre abril y noviembre de 2020 para contener  a la cotización del “dólar oficial” y evitar una devaluación brusca del peso (vendió u$s 5.436 millones en ese período) .

El dato positivo es que, en lo que va de abril de 2021, cada dos dólares que compró el BCRA uno quedó en las reservas brutas. Así, logró romper el “techo” de u$S 40.000 millones de reservas brutas. Vale señalar que en marzo pasado por cada veinte dólares que compró el BCRA sólo uno quedó en las reservas brutas.

 El aumento en las compras del superávit comercial por parte del BCRA se potenció desde marzo. La autoridad monetaria compró en diciembre u$s 608 millones, en  enero acumuló compras por u$s 157 millones, en febrero sumó otros  u$s 633 millones , en  marzo compró u$s 1.476 millones y en lo que va de abril compró u$S 780 millones (hasta el 13/4), a razón de u$S 104 millones diarios. Según información extra-oficial las compras acumuladas de abril ya superan los u$S 830 millones.

Este cambio de tendencia es clave para recomponer las reservas “netas del BCRA”, es decir, las reservas sin incluir Swap de monedas con China, encajes bancarios, depósitos del Gobierno y préstamos con organismos internacionales.

La reservas netas habían tocado un “piso” mínimo de u$S 2.241 millones el pasado 30/11/20  y venían con un ritmo de caída insostenible en el tiempo. En el primer año de gestión de Alberto Fernández,  las reservas netas del BCRA cayeron de u$s 11.538 millones a u$s 3.100 millones. Es decir, bajaron un 73% en solo 12 meses.

A partir de diciembre las reservas netas revirtieron la tendencia y actualmente (al 14/04, último registro oficial) alcanzaron un nivel de 5.410 millones. – ver gráfico – .

Las reservas netas no se recomponen al mismo ritmo que las compras del BCRA porque parte de los dólares que compra el BCRA los utiliza para pagar vencimiento de deuda en dólares (este año fundamentalmente a organismos internacionales) y parte para intervenir en el mercado de los dólares alternativos (contado con liqui y dólar mep) a través de un mecanismo que ya explicamos en diferentes informes: el BCRA vende bonos en dólares contra pesos y luego recompra bonos en dólares con reservas disponibles. Ese mecanismo es una forma de vender dólares a las cotizaciones alternativas (entre 145 y 150 pesos), mientras compra dólares al tipo de cambio mayorista, actualmente a casi 93 pesos. Sea como sea, esa ingeniería financiera para mantener controlada la brecha cambiaria tiene un costo en las reservas del BCRA que desde enero estimamos en unos U$S 850 millones. También reduce las reservas netas la caida en la cotización del oro.

La operatoria de compra del BCRA implica una mayor emisión de pesos. Desde diciembre pasado, el Central ya emitió $ 301.750  millones para comprar dólares (al sector privado). Luego el BCRA absorbe los pesos vía Letras de Liquidez (Leliqs) o pases pasivos. Por los que paga a los bancos una tasa de interés que va del 32 a 38% anual. Así, evita que la emisión por compra de dólares termine alimentando a la inflación y “fogoneando” la brecha cambiaria.

Según nuestros cálculos, entre abril y junio, el BCRA podría comprar a razón de 1.500 millones de dólares mensuales porque ingresa la liquidación de la “cosecha gruesa” del agro. Esto le daría algún margen para poder flexibilizar el “cepo a importadores” y no poner en riesgo la recuperación de la actividad económica.

Además, abrir el “grifo” a importadores podría descomprimir las remarcaciones de precios en los bienes importados, “aplacando” la suba de precios mayoristas ) y evitando el desabastecimiento de insumos importados necesarios para la producción.

Igualmente para que el BCRA siga acumulando compras de dólares es clave que no se disparen las expectativas de devaluación. Si no volverían a cruzarse los incentivos del comercio exterior. Los exportadores intentarían retener la liquidación de divisas y los importadores aumentarán la sobre-facturación al “dólar oficial.

 Por ello, es importante que las nuevas restricciones a la movilidad no impliquen una mega emisión de pesos (como en el año 2020). En ese escenario pese a la cotización record de la soja y el súper cepo, los dólares ingresarían al BCRA y las reservas netas seguirían en niveles críticos.