Las inundaciones son producto de una serie de factores que se repiten. Es una situación dramática con alrededor de 20.000 personas evacuadas y autoevacuados, en toda la provincia de Buenos Aires, y ya hubo tres muertes. Daniel Scioli, el principal responsable de las inundaciones está en Italia. Fue criticado, con razón por Macri, Massa, gran parte de la oposición y el propio Gobierno: no hubo un solo funcionario del Gobierno que saliera a defenderlo, ni siquiera Aníbal Fernández. Más allá del motivo médico de su viaje, hay una cuestión de estado de situación que demanda su presencia.
Los datos del presupuesto de obras hídricas en la provincia de Buenos Aires muestran una alarmante subejecución entre 2013 y 2014, mientras que los años anteriores se había ejecutado casi todo el presupuesto.
También es cierto que se han prendido en la campaña política todos. Macri y Massa anunciaron que se van a poner sus recursos a disposición de la problemática de las inundaciones. Hay que reconocer que ni la Ciudad de Buenos Aires ni Tigre se han inundado en esta ocasión.
Hubo una gran sobreactuación de parte del Gobierno: Etchegaray (titular de la AFIP), Wado de Pedro, Axel Kicillof, Alejandro Vanoli (presidente del Banco Central), Bossio (ANSES) y Aníbal Fernández salieron en conferencia de prensa a anunciar medidas de asistencia a los inundados.
Por otra parte, en el escenario político se está discutiendo si tendría que haber un acuerdo entre Mauricio Macri y Sergio Massa para evitar que Scioli gane en primera vuelta. La gran pregunta es: ¿Cómo van a hacer para sumar los votos de la oposición que son más que los del Gobierno, pero que están divididos?
