El Indec confirmó que la inflación en agosto llegó al 3,9%, el registro más alto en lo que va del año. Así, el acumulado en los primeros ocho meses de 2018, la inflación ya suma 24,3% y en los últimos 12 meses aclanza al 34,4%. La aceleración de los precios es particularmente notoria en el caso de los alimentos y bebidas, cuya índice de precios al consumidor a nivel nacional acumuló entre enero y agosto un 26,8%.
Además de los alimentos, en el último año, los rubros que más aumentaron en el índice fueron “vivienda, agua, electricidad y gas” (52.8%) y “transporte” (45%).
El mes pasado, según el Indec, los alimentos que registraron los mayores aumentos fueron pollo (8%), arroz (7%), yerba (5,7%), queso cremoso (5,5%), leche en sachet (5%) y carne picada (4%).
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Desde que comentó la corrida cambiaria y la devaluación a fines de abril la inflación que se encontraba en el orden del 25% anual empezó a acelerarse de manera vertiginosa: en junio el IPC nacional marcó 3,7%, en julio fue del 3,1% y ahora con el 3,8% la inflación del último año ya se encuentra arriba del 34%.
Sin embargo, lo más preocupante es que ese proceso se aceleró todavía más rápidamente en septiembre, después del salto del dólar de 30 a 40 pesos hacia los últimos días de agosto.
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Así, de acuerdo a la medición de la consultura Elypsis, la inflación solo en la primera semana de septiembre registró 2,8% y el piso que se proyecta para todo el mes estaría en el 5,5%. Dicho de otro modo: en solo dos meses (agosto y septiembre) la inflación sumaría 10%, el número que en algún momento hacia octubre del año pasado el Banco Central, bajo la conducción de Federico Sturzenegger, había imaginado como la inflación paral todo 2018.
Con estas cifras, ahora la proyección del Ministerio de Economía para todo el año se ubica en 42%. Pero ese pronóstico luce optimista para la mayoría de los consultures privados que creen rondará el 45%. Por ejemplo, el Citi acaba de publicar un informe en el que tilda de optisma el cálculo oficial y dice que la inflación podría llegar al 48,5%. Mientras que los economistas del banco de inversión Golman Sachs hablan de un 45%, al igual que Orlando Ferreres y otros consultores.
Todas esas proyecciones de una inflación de entre 42 y 48% en el año se hacen bajo el supuesto de que el Banco Central logre estabilizar el dólar en los niveles actuales y que en todo caso se siga momento hata fin de año al ritmo de la inflación. Es decir, ese sería el techo de la inflación siempre y cuando no haya una nueva devaluación.
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